Querida mamá:
Te escribo esta carta para decirte lo que no te dije, para
repetirte lo que muchas veces te dije y para expresarte cuánto amor sentiré por
ti toda la vida. Al principio no podía asimilar la noticia de tu etapa terminal
y al pasar los días me hice la idea de disfrutarte durante el poco tiempo que
Dios te permitiría estar a mi lado; sufrí durante meses al verte sufrir a ti,
verte llorar y no poder nada más que orar y pedirle a Dios un milagro.
Recibir la noticia de
tu partida fue terrible y han pasado tres años de todo y aún sigue vivo el amor
por ti como cuando estábamos juntas y nos tomamos ese café por las tardes, aún
sigo recordándote con mucho cariño, recuerdo cada uno de tus regaños y el
porqué me los diste. Sin duda te extraño muchísimo y no dejaré de hacerlo hasta
que llegue el día de mi muerte.
Te extraño más ahora, porque necesito tus consejos y tu
apoyo para seguir adelante y solo encuentro paz, recordando de los tantos obstáculos
que afrontaste sola con dos hijas; eres y serás mi ejemplo a seguir mamá.
Siempre admiré tu fortaleza y tu templanza para decir las cosas, firme y decida
a hacer lo que te proponías.
Extraño cada una de tus preocupaciones por mí, cuando iba a
traerte a la entrada de la Residencial, caminábamos 10 calles y me contabas de
cómo había estado tu día y yo te contaba de lo que había hecho, esas pláticas
no podré olvidarlas. Quiero contarte que a veces cierro los ojos y te recuerdo
caminar hacia donde yo estaba, tú vestías un traje de blusa color mostaza con
cuello negro y pantalón negro, esa imagen tuya la tengo guardada en mis
pensamientos.
Quizá el ayer ya no existe pero hay muchas cosas que no
logré decirte, muchas cosas que no hice por ti y me arrepentiré toda la vida;
tuve el tiempo suficiente para ser una mejor hija y en ese momento no pensé
perderte tan pronto y por eso no me esforcé para serlo, perdóname por eso y perdóname
por reprochar y reprochar, pero jamás comprender.
Ahora me enojo cuando escucho o veo que un hijo le falta el respeto
a su madre y sabes por qué, porque hoy sé que es perderla y no tenerla junto a
mí para llenarla de detalles como una verdadera madre como tú lo merece.
Desperdicio de tiempo es tener a una mamá y preferir pasar tiempo con amigos,
amigos que sólo estarán en las buenas pero nunca en las malas.
Tantas cosas que hicimos juntas mamá, tus consejos los
conservo y ahora sólo es un hermoso recuerdo esos maravillosos 18 años que
estuviste conmigo.
¡Feliz día de las madres!